Cómo cuidar a una tortuga en casa: guía para principiantes
Las tortugas son animales fascinantes que han estado en la Tierra millones de años antes que nosotros. Su aspecto tranquilo y su bajo nivel de ruido las hace parecer mascotas ideales, pero eso no significa que sean fáciles de cuidar. Si estás pensando en adoptar una o ya tienes una tortuga en casa, este artículo de milnombresdeanimales es para ti. Aquí te explicamos de forma clara y sencilla cómo brindarle el cuidado que necesita para estar sana y feliz. 🐢😄
Cómo cuidar a una tortuga en casa: guía para principiantes
Elige bien el tipo de tortuga

Cómo cuidar a una tortuga en casa: guía para principiantes
Ten en cuenta que NO TODAS LAS TORTUGAS SON IGUALES. Las más comunes como mascotas suelen ser las tortugas de agua dulce o las tortugas terrestres.
- Tortugas acuáticas: necesitan un acuaterrario con espacio para nadar.
- Tortugas terrestres: requieren un terrario seco, amplio y con tierra.
El espacio donde vivirá

Cómo cuidar a una tortuga en casa: guía para principiantes
Muchas personas creen que una tortuga puede vivir en una pequeña pecera, caja, o incluso en el baño, pero eso es un error. Necesitan espacio para moverse, tomar el sol (o luz UVB artificial) y esconderse cuando lo necesiten.
Si es acuática:

- Usa un acuaterrario con al menos 3 veces el largo del caparazón.
- Debe tener una zona seca donde pueda salir del agua a tomar sol.
- Instala un filtro para mantener el agua limpia.
- La temperatura del agua debe estar entre 24 °C y 28 °C.
Si es terrestre:

- Un terrario amplio, con tierra.
- Piedras, plantas y escondites para simular un ambiente natural.
- Lámpara UVB para suplir la luz solar (es esencial para su salud ósea)
Cómo cuidar a una tortuga en casa: guía para principiantes
¿Qué comen las tortugas / De que se alimentan?

Cómo cuidar a una tortuga en casa: guía para principiantes
La alimentación varía según la especie. En general:
- Tortugas acuáticas comen piensos especiales, pequeños peces, gusanos, carne magra cocida y vegetales de hoja verde (como espinaca o lechuga romana).
- Tortugas terrestres son más herbívoras: frutas, verduras, flores comestibles (como diente de león) y hojas verdes.
Evitar darles comida para humanos como: pan, arroz o lácteos. Un error muy común es alimentarlas solo con lechuga o fruta, lo cual no es suficiente y puede causar desnutrición. Ten mucho cuidado con el alimento que le das a tu tortuga
Mantén la higiene del hábitat

Cómo cuidar a una tortuga en casa: guía para principiantes
Tanto si es acuática como terrestre, el entorno debe estar limpio y libre de malos olores.
- Si no tienes filtro, cambia el agua con frecuencia.
- Limpia el fondo del terrario cada semana.
- Quita restos de comida a diario para evitar bacterias.
Una tortuga en un hábitat sucio se enferma fácilmente. La higiene es tan importante como la alimentación.
Luz solar y temperatura
Las tortugas no pueden regular su temperatura como nosotros. Necesitan calor externo para mantenerse activas y sanas.
- Una lámpara UVB simula los rayos del sol. Es imprescindible para que puedan absorber calcio y evitar enfermedades óseas.
- Usa también una lámpara de calor si no vives en clima cálido. El área donde descansan debe estar entre 28 °C y 32 °C.
Ten mucho cuidado, in esta luz especial, muchas tortugas desarrollan problemas de caparazón, debilidad y deformidades.
Salud y signos de alerta
Aunque no lo parezca, las tortugas pueden enfermarse, y de hecho lo hacen. Algunos signos de que algo no va bien con su salud:
- Ojos hinchados o cerrados.
- Caparazón blando o con manchas.
- Falta de apetito por varios días.
- Letargo extremo (no se mueve casi).
- Dificultad para nadar o moverse.
Si notas algo así en tu tortuga, consulta con un veterinario especializado en reptiles. No automediques ni improvises.
Socialización y manipulación

Cómo cuidar a una tortuga en casa: guía para principiantes
A diferencia de los perros o gatos, las tortugas no necesitan caricias ni mucho contacto físico. Aun así, puedes interactuar con ella:
- Háblale con suavidad para que se acostumbre a tu voz.
- Evita levantarla constantemente; puede estresarse.
- Nunca la dejes suelta en casa sin supervisión.
Respeta su ritmo y su naturaleza. Con el tiempo, aprenderá a reconocerte.
